El Rincón de Pensar: Ainhoa Albéniz

Ainhoa Albéniz (Zarautz, 1995) es ingeniera industrial mecánica (2017) y máster en Desarrollo Internacional por la Universidad de Birmingham (2018). Desde hace 4 años vive en la India como coordinadora de proyectos de desarrollo.


ENTREVISTA

 

  • Cómo surge tu interés por la cooperación, ¿hay algún momento o hecho que puedas identificar?

Mi interés por la cooperación comenzó en la universidad. Una de mis experiencias más vitales fue cuando viví en Sudáfrica en 2017, por 6 meses, a través del programa universitario de intercambio de estudiantes. Regresé un año después para hacer la investigación para mi proyecto fin de máster, el cual consistía en el análisis del racismo en las universidades sudafricanas. Sudáfrica es un país con una historia desgarradora cuyas consecuencias son evidentes en la sociedad sudafricana de hoy en día y en mi día a día en Pretoria fui testigo del racismo y la desigualdad económica.

La causa de estas desigualdades en la sociedad sudafricana son el colonialismo, el imperialismo de occidente y la supremacía blanca. Yo siendo una persona blanca, europea, siento la responsabilidad que Europa debería de tener hacia los países que colonizamos y oprimimos, por lo que vivir en Sudáfrica fue una experiencia muy importante para mí, personalmente, y para el trabajo que realizo hoy en día como cooperante.

 

  • ¿Cuál fue tu primera experiencia en cooperación y qué supuso para tí?

Mi primera experiencia en cooperación fue cuando realicé mi proyecto fin de grado con ICLI sobre un proyecto de agua en Wukro, Etiopía. Sin embargo, mi primera experiencia en terreno fue en la isla de Idjwi, en la República Democrática del Congo, también trabajando en un proyecto de agua y saneamiento con ICLI. Las dos experiencias fueron muy gratificantes.

 

  • Hablando de proyectos, ¿podrías precisar cuáles son los factores que influyen en la sostenibilidad de los mismos?

En mi opinión uno de los factores más importantes para la sostenibilidad de los proyectos es la participación de la población local. Es indispensable que la población sea la protagonista en todas las fases de los proyectos: identificación, diseño, planificación, ejecución e incluso evaluación. Las ONGD y cooperantes somos agentes externos por lo que es imperativo que pongamos las voces de la población en el centro para que el proyecto sea efectivo y sostenible.

 

 

  • Si tuvieras la responsabilidad de enviar a un expatriado a un proyecto de cooperación, ¿qué pondrías en su mochila?

Aunque no es algo material, les pondría la cualidad de adaptabilidad. Al trabajar como cooperante se trabaja en diferentes contextos con personas de diferentes culturas, idiomas y formas de funcionar que no son las mismas que las nuestras, por lo que ser adaptable, comunicativo y paciente son claves.

 

  • Eres una mujer muy sensible con las necesidades de las mujeres en los países donde trabajamos, ¿cómo ves actualmente su situación?

Tanto en el País Vasco como en el Congo o en la India, donde resido actualmente, vivimos en sociedades patriarcales donde las mujeres sufrimos de violencia, la cual es diferente según el contexto y la cultura. Opino que sí se está trabajando para avanzar hacia la igualdad y que se están dando pasos adelante, pero queda muchísimo trabajo por hacer y creo que, a este ritmo, desafortunadamente, va a llevar mucho tiempo llegar a la igualdad. Sin embargo, es importante tener esperanza y continuar luchando para lograr la igualdad y la equidad.

Actualmente, llevo 4 años en la India. Este último año coordino todos los proyectos aquí y uno de los proyectos más importantes que tenemos es con la organización ecofeminista Navdanya. El proyecto se llama: Empoderamiento de mujeres desde una perspectiva ecofeminista para su participación en la elaboración de políticas públicas que  fortalezcan la soberanía alimentaria y de semillas de las mujeres.

 

  • ¿Crees que las ONGD, con su trabajo, favorecen al desarrollo de forma planificada y eficiente?

Las ONGD favorecen el desarrollo, pero primero es fundamental cuestionar a qué modelo de desarrollo favorecen: ¿Un modelo de desarrollo que replica el de los países de occidente, el cual es insostenible? Opino que las ONGD occidentales, como en las que trabajamos, tienen que poner a las ONG y poblaciones locales en el centro y no replicar el modelo de vida y de desarrollo de occidente sino proteger y fomentar el suyo local. Las instituciones financiadoras y las ONGD de desarrollo tienen ciertos criterios que los proyectos tienen que cumplir para ser financiados, como la perspectiva de género y la perspectiva medioambiental. Estoy de acuerdo con que estas perspectivas son necesarias y deben ser aplicadas, pero pienso que es necesario que seamos más críticos con nuestra propia sociedad y nuestros gobiernos y que nos apliquemos estos criterios primero a nosotros mismos.

Asimismo, creo que los expatriados tenemos que ser críticos con nuestro rol y hay que priorizar que nuestro rol sea el menor posible, ya que hay que dar prioridad al personal local. Nuestro trabajo es de apoyo y podemos aportar conocimientos y herramientas, pero, aunque queramos ayudar o contribuir, hay que saber dar un paso atrás y priorizar el personal y población local.