Coordinadora de Ongd de Euskadi
Somos un colectivo de organizaciones no gubernamentales de desarrollo (ONGD) vascas
Denunciamos que el actual modelo de desarrollo genera pobreza, desigualdades e injusticias; destruye el medio ambiente, y vulnera los derechos humanos en todo el mundo. Y lo hacemos con el convencimiento de que es posible cambiar el rumbo con voluntad política e implicación individual y colectiva.
Vivimos en un mundo interrelacionado e interconectado, donde los principales problemas y retos que afrontamos son globales. Por ello, sus soluciones también deben tener esa misma dimensión. Estas son algunas de nuestras herramientas de actuación para alcanzar un desarrollo humano sostenible: la cooperación internacional, la educación para la transformación social, la acción humanitaria, el fomento de la paz, la protección de los derechos humanos y la defensa de los derechos de las mujeres desde un enfoque feminista.
La Coordinadora de ONGD de Euskadi nació en 1988 de la mano de 11 organizaciones fundadoras, y, actualmente, está formada por 83 ONGD. Somos el reflejo del sector, y representamos las propuestas, intereses y valores de las ONGD y de la sociedad ante las administraciones públicas, otras entidades y la ciudadanía.
Actuamos bajo un Código de Conducta común que recoge los principios y valores que deben regir nuestra acción y la de las ONGD socias. Además, trabajamos con unos estándares de transparencia y buen gobierno com-partidos.
En 2009, el Gobierno Vasco nos otorgó el premio Ignacio Ellacuría en reconocimiento a nuestra trayectoria.
Con “D” de desarrollo
La “D” que acompaña a nuestras organizaciones asociadas significa desarrollo, y refleja su ámbito de trabajo.
Las ONGD Contribuyen a la justicia global y a superar las causas que generan pobreza y desigualdades. Además, aportan a la construcción de un mundo más justo y equitativo que permita una vida digna y plena de derechos.
Para ello, impulsan iniciativas para promover la educación, la salud o la agricultura sostenible, para construir infraestructuras esenciales, para fortalecer las instituciones locales, o para garantizar la equidad, etc.
También intervienen en situaciones de emergencia o desastres naturales.
En Euskadi, muestran otras realidades del mundo, sensibilizan sobre las causas de las injusticias, denuncian la vulneración de derechos humanos, realizan propuestas para el cambio y presionan para que se tomen medidas
“Trabajamos con más de 2 millones y medio de personas en 58 países y a través de más de 740 proyectos de cooperación.
90.400 personas apoyan el trabajo de las ONGD vascas económicamente o mediante el voluntariado; este último está formado principalmente por mujeres.”
Nuestros objetivos
- Promover una política de cooperación para el desarrollo vasca de calidad, consolidada y estable en las instituciones públicas, privadas y en las ONGD asociadas.
- A través de la colaboración, el diálogo y la acción conjunta de las organizaciones socias, coordinar su acción para lograr intervenciones más eficaces.
- Acompañar a las ONGD en su trabajo, fortalecer sus actuaciones y capacidades políticas y técnicas, y facilitar alianzas poniendo al servicio del colectivo los recursos de estas, y viceversa.
- Contribuir a generar una conciencia crítica para que prevalezca la justicia global, los derechos humanos y la igualdad.
Nuestros valores
- La cooperación internacional es el trabajo conjunto y horizontal que, fruto de nuestra corresponsabilidad con la justicia social, realizamos desde Euskadi junto a los países empobrecidos y a los colectivos en situación de vulnerabilidad. Su objetivo es eliminar los obstáculos que impiden el desarrollo humano, y es un proceso basado en la solidaridad, la reciprocidad y el desinterés, sin ningún otro tipo de motivación económica.
- Frente a planteamientos simplistas o eurocentristas, promovemos un desarrollo más inclusivo que reconozca que la diversidad enriquece el planeta y sus sociedades, y que fortalece los derechos humanos, entre otros.
- La cooperación al desarrollo es una herramienta fundamental para educar, sensibilizar y concienciar sobre los mecanismos que dificultan el desarrollo de las personas y los países. Una sociedad civil organizada, comprometida y concienciada con los derechos humanos, y, por tanto, más libre, es la palanca para activar la transformación de la sociedad, y para exigir medidas efectivas que acaben con los desequilibrios del mundo.
- Promovemos la democracia, la participación, la independencia, la libertad, la transparencia, la coherencia y el enfoque feminista, entre otros.
- Al igual que tantos grupos sociales en el mundo, hacemos nuestro el lema otro mundo es posible y la firme voluntad de no dejar a nadie atrás.
Trabajamos desde 5 enfoques
- La perspectiva de los derechos humanos toma como referente la universalidad, la igualdad y la no discriminación. Por ello, propone acciones preferentes dirigidas a los grupos en riesgo de vulnerabilidad o exclusión social.
- El prisma de la transformación social promueve la toma de conciencia crítica individual y colectiva como base para una convivencia justa, equitativa y sostenible con todas las personas y pueblos. Además, realiza propuestas para transformar el actual modelo injusto e insostenible.
- Sin un enfoque feminista que supere el enfoque de género no puede producirse una verdadera transformación social.
- La visión local-global fomenta profundizar en las interdependencias del sistema, en las causas estructurales de las injusticias y las desigualdades y en sus impactos locales/globales, y en la corresponsabilidad y los desafíos compartidos, siempre desde una óptica de ciudadanía global.
- El enfoque de derechos de la naturaleza pretende superar la visión reduccionista, y en algunos términos economicista, de la responsabilidad sobre el medio ambiente, y, así, trascender del planteamiento ecologista. Además, aspira a incorporar la visión de los pueblos originarios.
